Investigación sobre el logro de las personas



Este es el quinto y último de los artículos que dedico a la estratificación social. A la estratificación social podríamos definirla como el estudio de cómo se organizan las sociedades en estratos o capas – a lo largo de la historia han sido castas, estamentos o clases – con distinto poder económico y político, y cómo se relacionan entre ellas, dicho de otro modo, es el estudio de la desigualdad social.

El primero de estos artículos, “¡Oiga usted que todavía hay clases!”, trataba sobre las distintas formas de estratificación social que se han dado a lo largo de la historia. El segundo, “El gran montaje”, explicaba el proceso de legitimación o cómo las élites logran justificar la desigualdad social. El tercero, “Yo soy de clase media, ¿y usted?”,  explicaba el funcionamiento de la sociedad de clases, las clases sociales actuales y cómo se puede clasificar a una persona en una clase determinada en función de su posición socioeconómica. En “El ascensor social”, cuarto de estos artículos, trataba de la movilidad social, o cómo unos pocos afortunados pasan de una clase social a otra superior, o al revés, lo que suele ser menos divertido.

En este quinto artículo vamos a tratar sobre el proceso del logro y con ello pretendo dar el punto final de una visión bastante completa, dentro de mis limitaciones, de cómo funciona nuestra sociedad en términos de su estructura social.

Si con el estudio de la movilidad social se pretende contestar a la pregunta de cuántos y de que manera ascienden o descienden por la pirámide social, con la investigación del logro obtenemos las causas por las que las personas ascienden o descienden a lo largo de dicha pirámide. Nos ayuda a comprender por qué el sistema de estatificación favorece a algunas personas más que a otras.

Para saber lo que ha conseguido una persona, para conocer el nivel que ha alcanzado es necesario medir su posición socioeconómica. En “Yo soy de clase media y usted” hablamos de que para medir dicha posición el gran sociólogo alemán Max Weber proponía tres dimensiones: clase, estatus y poder. La clase hace referencia al poder económico, la renta o ingresos; el estatus al honor o al prestigio social y a los privilegios que derivan de dicho estatus y, el poder, al poder político o a la autoridad derivada de la posición que se ocupa, sería asimilable a lo que más modernamente se denomina autoridad ocupacional. De manera que la posición de una persona en las clases sociales dependerá del cálculo de su posición dentro de cada una de las tres dimensiones. Dicho de modo más claro, un líder sindical probablemente no tenga unos ingresos elevados pero si disfruta de una posición elevada en la dimensión de poder y su posición socioeconómica será más alta que la de cualquier persona que obtenga sus mismos ingresos. Los investigadores posteriores han tomado el análisis multidimensional de Weber añadiendo o modificando dimensiones como el nivel educativo, si el trabajo es  manual/intelectual, la cualificación ocupacional y otros. De manera que se adaptan a las distintas sociedades y distintos tiempos históricos, pero en la raíz, es la misma metodología que inventó Weber.

Así que analizando dichas dimensiones y comprobando hasta donde llegan las personas y desde dónde parten llegaremos a las causas que impulsan hacia arriba a los que suben con movilidad social ascendente o bajan con movilidad social descendente. Harold Kerbo, en su famoso libro “Estratificación Social y Desigualdad”, publica un gráfico muy clarificador de las causas de la movilidad.

En el gráfico, Kerbo incluye todas las causas halladas por las distintas investigaciones que se han realizado acerca del logro de las personas. Me he permitido modificarlo un poco para hacerlo más claro.



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Lo primero que observamos es que hay unas dimensiones personales que influyen en la posición socioeconómica del individuo y que dependen del origen familiar y de la trayectoria personal y, unas dimensiones generales, que dependen del contexto social en el que vive el individuo.

Empecemos por las dimensiones personales que afectan a la posición del individuo moviéndonos en el sentido contrario de las agujas del reloj. En primer término tenemos la cualificación profesional, ésta viene definida por las credenciales académicas, es decir sus estudios, y por la experiencia de trabajo que posea el individuo. Dicho de una manera sencilla, sería su currículo personal.

Todas las investigaciones coinciden en la importancia de la educación tanto para promover el logro como para reproducir las desigualdades de clase. Desde la escuela primaria los niños de las clases superiores tienen más probabilidades de tener un entorno familiar que les impulsa educativamente y, a su vez, esto hace que sea más probable que alcancen la universidad. También es sabido que los estudiantes que acceden a un título universitario tienen un 49% de ventaja ocupacional sobre los que no lo tienen.

Por tanto, las aspiraciones educativas reciben la influencia de los padres y del grupo de compañeros. Los padres de clase alta suelen animar más  sus hijos a ir a la universidad y les proporcionan modelos de rol que les llevan a tener aspiraciones educativas altas. Pero su grupo de compañeros y las diferentes subculturas juveniles influyen de manera tan importante como los padres. Cuando el grupo está formado por niños o jóvenes cuyos padres son médicos, abogados y otros profesionales superiores, las altas aspiraciones del grupo influyen en el resto del mismo.

Si la asistencia a la universidad se basara fundamentalmente en las capacidades intelectuales, habría muy poca herencia de clase. Pero la desigualdad de clase opera de modo que reduce la relación entre la capacidad intelectual y la asistencia a la universidad.

Como hemos venido indicando en los artículos de Sociología Divertida hay dos escuelas fundamentales en la sociología, el funcionalismo y la sociología del conflicto (1). La teoría funcional hace hincapié en el aspecto del logro que tiene la educación: los más talentosos adquieren importantes cualificaciones y se preparan así para ocupar las posiciones importantes en la sociedad, sin embargo como estamos viendo, esto no es del todo cierto. La perspectiva del conflicto sobre la educación, por su parte, nos dice que, en el conflicto por alcanzar las posiciones sociales más valoradas, los miembros de la clase alta tienen más capacidad para asegurar a sus hijos una ventaja a través de la educación.

A este respecto es muy curioso el estudio de Collins (1971) que ha proporcionado la evidencia de que el aumento de los requisitos técnicos de las ocupaciones, más que explicar el aumento real de los requisitos educativos de estas ocupaciones, sirve para mantener las fronteras de clase. Por ejemplo, cuando los títulos universitarios estaban más limitados y la clase media solía obtener sólo títulos de educación secundaria, las ocupaciones típicas de clase media requerían un título de estudios secundarios. Pero, al aumentar los hijos de clase media que obtenían títulos universitarios, las ocupaciones típicas de clase media ascendieron para pasar a exigir un título universitario. Desde la perspectiva del conflicto la educación certifica la pertenencia a una clase antes que las capacidades técnicas.

Si, como indican los datos, el sistema educativo no sirve fundamentalmente para enseñar las capacidades que se relacionan con las ocupaciones, sí certifica que la gente ha aprendido a respetar la autoridad y a aceptar los valores, ideales y el sistema de desigualdad de la estructura ocupacional (2). Así, la educación proporciona dos servicios importantes a los miembros de clase alta: es un medio para la herencia de clase y un medio para seleccionar nuevos miembros responsables para que ocupen las posiciones ocupacionales superiores. Por tanto, una de las dimensiones que más influyen en el proceso del logro es el sistema educativo y éste está muy influenciado por la clase a la que se pertenece.

Además de los estudios académicos realizados, la cualificación profesional está influenciada por la experiencia profesional. La calidad – y en menor medida la cantidad - de los puestos de trabajo desempeñados por una persona proporciona una serie de conocimientos que no pueden impartirse en las universidades porque derivan directamente la solución de problemas del día a día y de la adecuación de lo aprendido en la universidad a la vida real.

El primer o primeros puestos de trabajo tienen una gran importancia en la vida profesional pues suelen especializar en algún área concreta y marcan el ritmo de ascenso social o estancamiento del profesional. El que los primeros puestos de trabajo sean mejores o peores también está muy relacionado con el origen de clase. Las clases altas tienen acceso a redes sociales más poderosas y eficientes, dicho en román paladino tienen más y mejores enchufes y tráfico de influencias, por lo que les es más fácil colocarse en posiciones de partida mucho mejores.

La segunda variable que influye en la posición socioeconómica es el estatus ocupacional. Es decir cuanto mayor es el prestigio social del puesto de trabajo, suelen ser mayores los ingresos y los privilegios asociados. Los primeros modelos de estudio del proceso del logro, realizados en los años ´60, estudian el proceso del logro de estatus. Son los modelos de Blau y Duncan y el modelo de Wisconsin.

Blau y Duncan investigaron los efectos que tenían la educación y la ocupación del padre, y la educación y el primer trabajo del hijo en el estatus ocupacional del hijo. El modelo de Wisconsin, es más completo, añade algunas variables sociopsicológicas al modelo de Blau y Duncan. Específicamente las aspiraciones educativas y ocupacionales del hijo, la influencia de otras personas importantes en la vida del hijo. También incluye indicadores de capacidad mental y de rendimiento académico.

La conclusión más importante del modelo es que el estatus socioeconómico de los padres influye en las aspiraciones ocupacionales y educativas de los hijos y que existe una combinación de factores adscritos, es decir debidos a la posición de los padres,  y de logro, debidos a los méritos del hijo, que explican el logro ocupacional (3).

La autoridad ocupacional del padre es la tercera variable de tipo personal que influye en la posición socioeconómica de las personas. Podríamos asociar esta dimensión a la variable weberiana del poder. Varios estudios han aportado datos acerca de esta influencia. Curiosamente, aunque una autoridad ocupacional del padre alta influía en el logro de estatus y de ingresos, lo hacía en mayor grado en el logro de la autoridad ocupacional del hijo (4). 

Estos mismos estudios indicaron la influencia de la dimensión de propiedad de los padres en el logro del hijo. Los hijos de propietarios tienen mayor facilidad de alcanzar posiciones sociales altas. Es bastante evidente, por poner un ejemplo gráfico,  que los hijos de la Duquesa de Alba lo han tenido más fácil que los hijos del portero del Palacio de Liria (5) si es que existe esa función en dicho palacio.

La suerte, como sabemos todos por experiencia, influye poderosamente en el éxito profesional. Estar en el momento justo en el sitio adecuado puede ser la diferencia entre tener una trayectoria exitosa o una menos brillante. El sociólogo norteamericano Christopher Jencks ha estudiado mediante modelos estadísticos, en su libro “Desigualdad”, que indican que casi la mitad de la varianza en el logro educativo y en el logro de ingresos se debía a la suerte. La suerte tiene mala prensa pues huele a excusa en los que no han alcanzado sus metas, y los que las han alcanzado suelen recurrir al argumento de que ha sido su trabajo y su preparación, y no la potra, a las que debe su posición. Sin trabajo ni preparación – algunos sin padrinos – no se llega a nada; pero, qué duda cabe, la suerte juega su papel.

Pasemos ahora a las dimensiones generales. Existen fuerzas económicas que explican buena parte de la varianza en el logro ocupacional y de ingresos y que no dependen en absoluto de la voluntad de las personas. Como ya vimos en el artículo “El ascensor social”, en épocas de expansión económica o, a nivel sectorial, con el desarrollo de una nueva tecnología se produce una alta movilidad social ascendente, al contrario en épocas de crisis – como la que ahora padecemos – se produce una alta movilidad social descendente, el aumento de la pobreza en España ahora mismo es un claro indicador de este fenómeno.

También hay causas económicas estructurales, independientes del ciclo económico, que afectan al logro de las personas. La investigación sobre la economía dual ha descubierto que las corporaciones se dividen en organizaciones centrales y organizaciones periféricas (6). Las centrales son más grandes, obtienen más beneficios y pagan sueldos más altos.

La investigación sobre la economía dual ha descubierto también que hay trabajadores con el mismo estatus ocupacional que reciben diferentes ingresos dependiendo del tipo de empresa en que trabaja, si central o periférica. Asimismo, los ingresos que proporciona la educación también pueden variar dependiendo de la situación del trabajador en el centro o la periferia.

En el proceso del logro ocupacional y de ingresos influyen otras características de las empresas: si están más o menos burocratizadas, que sea una industria nueva y próspera o una en decadencia, etc. Cuando las empresas están más burocratizadas, hay más rangos ocupacionales y mayor autoridad de línea – fenómeno que estudiamos en el artículo “El síndrome del Cabo Cuartel”-, algo que permite a los empleados moverse más en términos de logro ocupacional y de ingresos.

Por último, el racismo y el sexismo, influyen en el logro ocupacional y de ingresos. Se ha mostrado que el proceso del logro de ingresos en el caso de las mujeres y los negros difiere al de los varones blancos, sus ingresos tienden a ser más bajos porque su autoridad ocupacional suele ser menor. Con especto a la educación, a igual nivel educativo, las mujeres y los negros obtienen menos autoridad ocupacional que los varones blancos.

Hay personas que se reprochan a si mismas no haber alcanzado la posición que anhelaron cuando eran jóvenes. En los que te imaginas en la cima del mundo pero no sabes muy bien cómo la alcanzarás. En contextos culturales en los que la ideología de la igualdad de oportunidades es muy fuerte, como pasa en los Estados Unidos, esta frustración por no alcanzar el nivel socioeconómico deseado provoca problemas personales, de autoculpabilidad, de adaptación y fuerza a una categoría especial de clasismo, hay estudios sobre ello. Sin embargo, no conviene ser demasiado duro con uno mismo, la mayoría de las causas que nos han colocado en la posición socioeconómica que tenemos no dependen de nosotros mismos, así que ni el autorreproche ni el autobombo tienen mucho sentido. Más nos vale disfrutar de lo que hemos conseguido, de lo que tenemos y de recurrir a una ética que se ha perdido, el que no es tan importante la categoría de tu trabajo como lo bien que lo haces y que todo trabajo, cualquiera, tiene dignidad y merece respeto.


Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo


Notas:

(1)    Según el enfoque funcionalista una sociedad puede entenderse metafóricamente como un organismo vivo que se compone de distintos órganos o estructuras cada uno de ellos con una función o funciones necesarias para que el organismo social pueda vivir. La sociedad es un sistema complejo cuyas partes “encajan” entre sí produciendo un equilibrio o estabilidad social. Es una concepción optimista de la sociedad.
En el paradigma de la Sociología del conflicto se agrupan las teorías sociológicas que analizan a la sociedad desde el punto de vista de la desigualdad, el conflicto y el cambio social. Se resaltan las relaciones de dominación que enfrentan a las diferentes categorías de personas y, en el ámbito internacional, a los conflictos entre distintas sociedades que compiten entre sí. Se analizan también las estrategias que emplean los dominadores para mantener su posición y de los dominados para intentar mejorar su situación. Ver ¿Pero hubo alguna vez una Escuela de Viena en Sociología?, o si se quiere ampliar más en “¿Qué es la sociología?".
(2)    A este respecto es interesante, perdonad mi inmodestia, el estudio que hice sobre el fracaso universitario en la Universidad Politécnica de Madrid. En él llegue a la conclusión de que el sistema en el que basaba el prestigio esta universidad consistía en parte en preparar a titulados disciplinados que respetaban la autoridad, valores, ideales que se aplican en la mayoría de las empresas y de respetar los acuerdos no escritos como el concepto de “apretón de manos invisible” desarrollado por  Bowles y Gintis. El artículo se puede descargar aquí
(3)    Los modelos de Blau y Duncan y de Wisconsin, que medían el logro de estatus ocupacional han sido criticados por investigaciones posteriores. Las principales críticas son:
  1. Los modelos del logro de estatus tienen una capacidad explicativa limitada, alcanzan valores modestos en la varianza del logro de estatus
  2. Intentan explicar un aspecto que no es el más importante en la definición de la posición socioeconómica, el estatus.
  3. Se centran en las características individuales dejando de lado las dimensiones generales o estructurales.
  4. La mayoría de los descubrimientos de esta investigación se explican mejor por la perspectiva del conflicto que por la teoría funcional de la estratificación social.
(4)    Las investigaciones que han estudiado este punto según Kerbo son Kallerberg y Griffin, Robinson y Kelley y Wrigth
(5)    El Palacio de Liria es un gran edificio del siglo XVIII, residencia de la Casa de Alba en Madrid, y principal sede de su colección de arte y de su archivo histórico, ambos de incalculable valor. De esta mansión se cuenta que es el domicilio particular más grande de Madrid (200 estancias en 3.500 m2) y que sus jardines son los únicos de propiedad particular que figuran destacados en color verde en muchos planos de la ciudad. Es muy parecido al Palacio Real (con 2.000 estancias) pero en pequeño, si los comparas. Si lo comparas con mi casa, mi querido hogar no resistiría la comparación.
(6)    Este enfoque considera a la Economía como muy dividida entre grandes grupos industriales cuasimonopolistas (industrias centrales) e industrias sometidas a más competencia, con menos beneficios, menor sindicalización y salarios más bajos (industrias periféricas).

Bibliografía:

Estratificación Social y Desigualdad
Harold R. Kerbo
5ª Edición
McGraw-Hill
Madrid 2003

Teoría Sociológica Clásica
George Ritzer
3ª Edición
McGraw-Hill
Madrid 2001




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NOTA FINAL NAVIDEÑA


En Zamora (Castilla y León, España) en una mañana fría de narices por no decir partes más pudendas que vendrían muy al caso, os deseo unas felices navidades. En la esperanza - por desgracia muy pequeña, casi infinitesimal - de que los buenos deseos de hermandad que en esta época del año se renuevan se hagan realidad de una vez por todas y consigamos un mundo mejor. Y ahora, en un terreno más real y próximo, os deseo que paséis una buena noche en la nochebuena, acompañados por vuestros seres queridos, abundantes viandas, excelentes caldos, besos, achuchones, buenas conversaciones y mucho amor. Si tenéis a alguien próximo lejos de vosotros lo sintáis próximo y no lejano. Y dejad un ratito, pequeño, para el recuerdo de los que ya no están, sin penas, recordando lo mejor de ellos, agradeciendo todo lo que nos dieron, pensad que ellos viven en nosotros y contad a los que no los conocieron lo que de bueno tuvieron. Resumiendo que me enrollo, agradeceros de todo corazón vuestra fidelidad a este modesto blog, agradeceros cada una de vuestras lecturas ya que cada de ellas representa un apoyo inconmensurable. Recibid el más fuerte de los abrazos y mejores deseos de vuestro amigo Juan Carlos, también conocido inmodestamente como Kurt Goedel, y de su familia.
Gracias
Juan Carlos Barajas Martínez (Madrid)

4 comentarios:

  1. Hace tiempo q no entraba en tu blog, sé q es imperdonable pero he estado a otras cosas, así q tengo tarea en leer los últimos artículos, los títulos prometen.

    Este artículo me ha parecido interesante, lo más curioso es q los sociólogos usen a la suerte como variable. Sorprendente y acertado.

    Un abrazo
    Anselmo

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  2. Si es así es muy original estudiar el efecto del azar en nuestras vidas, que es esencial. Además de prepararte y trabajar hay que confiar no caer en la fatalidad,

    Muchas gracias Anselmo por tu comentario. Feliz Navidad

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  3. Parece ser que algunos nos hemos tomado un respiro, coincidiendo con la Navidad.
    He vuelto a leerte y he vuelto a quedar encantado por la forma de hacernos entender cosas que se me antojan complicadas.
    Me quedo con tu última reflexión. Brillante y acorde a tu talante y personalidad.
    Gracias Juan Carlos.

    Juan cho

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  4. Muchas gracias por tus comentarios Juan Cho. Se te echaba de menos. Y gracias sobre todo por tu comentario sobre el final del artículo, sé de sobra que pensamos igual al respecto y no es más ni menos que parte de algo que nos inculcaron nuestros padres y que este país necesita como agua de mayo: decencia. ¿Verdad?.

    Un abrazo muy fuerte

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